Bang Bang Bang!, es lo que escuchaban mis oídos bajo aquella mesa en la que me escondía, huyendo de recibir un disparo entre ceja y ceja. Oigo sus pasos uno a uno con el eco y el silencio que se apoderaba de la casa, pero lo que escuchaba con intensidad era el latido de mi corazón que parecía que me iba a atravesar el pecho del pánico a la muerte que invadía mi mente. Oía los casquillos caer al suelo con un fino sonido, como el de un triángulo musical.
BANG BANG BANG!, y cayeron tres más.
Muola! :D
ResponderEliminarSigue poniéndome los pelos de punta cada vez que lo leo, ya que solo veo un final dramático.
ResponderEliminarUn saludo a lo conejo.